Tiene una extensa trayectoria de experto en información de medicamentos, elaborando desde 1974 los primeros catálogos de medicamentos del CGCOF con Narciso López (qepd), dirigiendo la revista de farmacoterapia "Mundo Farmacéutico" hasta finales de los 70, creando el CIM del COF de Madrid en 1981, hasta su incorporación a la Administración sanitaria en 1986, como experto en información y documentación de medicamentos en el Centro Nacional de Farmacobiología (ISCIII), que ha evolucionado hacia la farmacoepidemiología y la
seguridad de los medicamentos, mediante formación en la diplomatura de Farmacoepidemiología, de la Univ Autónoma de Barcelona. Con experiencia en la implantación y desarrollo de la transmisión electrónica de reacciones adversas en España, con una base de datos, FEDRA, herramienta útil en el SEFV, sin parangón en nuestro entorno europeo. Siempre con una máxima: servir a la sociedad.
1. ¿Cómo ve la evolución de estos últimos años de la profesión farmacéutica?
Desde mi comienzo laboral en 1974 en actividades de información de medicamentos, la profesión farmacéutica en el ámbito asistencial, ha mejorado, pero no suficientemente a la vista de nuestro entorno: se ha conseguido libertad de horarios de apertura, una distribución automatizada que reduce tiempos de entrega, actividades asistenciales cada vez mejores, más y mejores promociones de farmacéuticos se han formado, las Administraciones sanitarias de las CCAA se han implicado en su desarrollo e implantación. Pero en tanto tiempo, quizá, cuanto más se podría haber hecho: grupos interdisciplinares de atención al paciente, mejores planes de estudio en nuestras Universidades dirigidos a resolución de casos, combinando con menos materias memorísticas, impulsar más y mejores profesionales, en definitiva preparar al farmacéutico para actuar como experto del medicamentop dirigido hacia la seguridad del paciente durante los tratamientos farmacoterapéuticos, con capacidades comunicativas para alcanzar el cumplimiento y la adherencia a los tratamientos. El Farmacéutico debe ser el mejor garante de los tratamientos farmacológicos mediante el seguimiento del paciente.
2. ¿Cuáles son las principales barreras del farmacéutico a la hora de reconocerse como profesional asistencial?
De la introducción del manual reciente de la OMS y FIP titulado "Developing Pharmacy Practice. A focus in patient care", tomaré esta cita:
“Los farmacéuticos deben salir de detrás de la caja registradora y empezar a servir al público, proporcionándoles cuidados en vez de, solamente, fármacos. No hay futuro en el mero acto de la dispensación. Esa actividad puede hacerse, y se hará, por internet, por máquinas expendedoras y/o por técnicos entrenados para ello. El hecho de que los farmacéuticos tengan una formación académica y actúen como profesionales de la salud les ofrece la oportunidad de servir a la sociedad, mejor de lo que lo hacen hoy en día”
Ese debe ser el objetivo del farmacéutico del siglo XXI, tanto en el ámbito de la comunidad (oficina de farmacia) como en el área hospitalaria especializada. Yo me pregunto, ¿por qué hay pasos para especializar a los titulados de enfermeria y no los hay para los farmacéuticos en el ámbito sanitario?. Bueno, me lo pregunto yo y mi amigo Joaquin Ronda, que desde su síndrome de abstinencia farmacéutica (SAF) se preguntaba lo mismo hace unas semanas. ¡Qué envidia sana me provoca el leer en el Pharrmaceutical Journal, de la Royal Pharmaceutical Society británica (el equivalente a nuestro Consejo General de Farmacéuticos con su revista 'Farmacéuticos'), las ofertas de trabajo para Farmacéuticos especialistas en Oncología, en Pediatría, en Nutrición Parenteral, etc. En España, se lleva algunos años ya implantado el FIR de Hospitalaria con el 4º año en planta de hospital, ese es el camino. Esta formación de postgrado y la de pregrado en la Universidad debe ser el cimiento del nuevo Farmacéutico del siglo XXI. Pero se necesita una evolución armónica: la universidad dando pasos hacia Bolonia, para armonizarse y permitir la formación multicéntrica en otros paises de la Unión, pero con una formación inicial amplia y actualizada. Y todos debemos remar en la misma dirección: las administraciones sanitarias y la organización colegial, alentando el cambio, con formación continuada como lleva a cabo, y con becas para proyectos de investigación, negociando con las Administraciones sanitarias los procedimientos que permitan implantar en la práctica diaria la atención farmacéutica, como Hepler y Strand, la definieron ya en 1990:
”Atención farmacéutica es la provisión responsable de terapia farmacológica con el propósito de obtener resultados precisos que mejoren la calidad de vida del paciente” (Hepler, Strand, 1990)2
Y como la FIP adoptó en 1998, esta definición añadiendo una enmienda significativa:”obtener resultados precisos que mejoren o mantengan la calidad de vida del paciente” Es algo deprimente constatar que solo en el 10% de las oficinas de farmacia donde trabajan 38.000 farmacéuticos se aplica la Atención Farmacéutica, según el documento del "Foro de Atención Farmacéutica" publicado en enero de 2008.
3. Con su larga trayectoria de Congresos, ¿qué expectativas tiene con el de Atención Farmacéutica en Sevilla?
Tengo la seguridad de que será remarcable. La organización responsabilizada de su preparación y la trayectoria de ediciones precedentes, harán que este Congreso de Atención farmacéutica resulte un referente: quiero y deseo que represente un 'antes y un después', de este Congreso de Sevilla. Tengo la certeza de que la experiencia de los organizadores y el tiempo que están dedicando con cariño y responsablidad, servirán para ofrecer a los asistentes un foro de discusión y aprendizaje que les impactará y motivará un cambio de comportamiento, imprescindible para caminar hacia los nuevos retos de la Farmacia, según nos demanda la Sociedad.
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