martes, 17 de marzo de 2009

-31. Entrevista a José López Guzmán. Moderador de la mesa de formación en AF

1. ¿Cree que las Facultades de Farmacia deben hacer modificaciones curriculares para sumir el reto de la Atención Farmacéutica?


Sin ninguna duda, las Facultades de Farmacia deben adaptar sus programas para asumir la Atención Farmacéutica. Estamos en un momento óptimo para ello. La adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (más conocido como “plan de Bolonia”) propicia la introducción de asignaturas como “Atención farmacéutica”, “Farmacoterapia”, etc., en los nuevos planes de estudio. Sería interesante que todas las Facultades realizaran el esfuerzo de incorporar ese tipo de materias. No obstante, también sería deseable que su introducción fuera homogénea.

De cualquier manera, si lo que se acaba de señalar es importante, aún lo es más que las Facultades (principalmente, sus juntas directivas) se percaten de la necesidad de que la Atención Farmacéutica, su filosofía, debe impregnar todo el plan de estudios. No serviría de mucho contar con una o dos asignaturas aisladas. La formación del alumno, en relación a su labor profesional, es un proceso constante que no puede quedar relegado a momentos puntuales de su plan de estudios.



2. Los cambios siempre son difíciles. ¿Cuáles cree que son sus mayores dificultades?



La primera, que los docentes perciban la importancia de la Atención Farmacéutica. La procedencia no farmacéutica de gran parte de ellos y la superespecialización de otros (que contemplan la farmacia comunitaria como una práctica de segunda división) no favorecen el proceso.

En segundo lugar, la falta de diálogo entre los docentes y aquellos que desarrollan la práctica farmacéutica. Parece que, tanto unos como otros, quieren liderar la formación en Atención Farmacéutica. Poco podemos adelantar en este ámbito, cuando en foros, de uno u otro colectivo, se acusa a unos de “demasiado teóricos” y a otros por “no estar capacitados”. Es preciso que ambas partes aúnen fuerzas y busquen la complementariedad en lugar de la diferencia.
Por último, también percibo una dificultad en la propia profesión farmacéutica. Distintos grupos, corrientes,… en la práctica y en la educación universitaria, muestran discrepancias que, en unos casos, restan fuerzas y, en otros, desaniman al colectivo.



3. ¿Nos podría dar algunas razones para asistir al Congreso de Sevilla?



Estamos en un momento crucial, en el que quedarse parado es retroceder. De ahí que cualquier actividad en relación a la Atención farmacéutica sea oportuna.
Pero, en definitiva, considero que la principal razón para asistir al Congreso de Sevilla es que la oportunidad-necesidad de trabajar en el desarrollo, e implantación, de la Atención Farmacéutica se ha asociado a un marco de discusión y crítica constructiva. Estoy convencido de que el talante del equipo que lidera el Congreso va a conseguir que nadie se quede indiferente. En la puesta en marcha de la convocatoria se percibe que los organizadores intentan alejarse de la complacencia, mal que acompaña y lastra a muchos Congresos. A cada farmacéutico español le diría que tiene que hacer el esfuerzo de asistir para que, dentro de unos años, no se tenga que lamentar con un ¿dónde estaba yo cuando….?

No hay comentarios: